Al IVA debemos restarle el mismo que pagamos o que nos cobran nuestros proveedores, recordando que este impuesto se sujeta a actos o actividades efectivamente cobradas y pagadas dentro del periodo que estos resulten, sin olvidar todos los requisitos que se deben cumplir dentro del marco legal para que todas las cantidades que determinemos sean procedentes.
Por lo regular nos quejamos del impuesto que debemos pagar a las autoridades hacendarias, que resulta cuando cobramos más del que pagamos, pero no tiene por qué ser así. Este impuesto es traslativo y lo paga tu consumidor, lo que tú tienes que hacer es enterar al SAT y no debe interferir en tu economía.
Tus ventas, gastos y utilidades, sin excepción, debes considerarlas sin que incluyas este impuesto, o sea cifras sin IVA.
En pocas palabras, el IVA que cobramos y/o pagamos nunca fue ni será nuestro, debes planificar tus precios, costos y utilidades sin considerar el IVA que estos puedan generar, y te garantizo que podrás tener unas finanzas más sanas dentro de tu empresa.
